sábado, 24 de octubre de 2009

viernes, 23 de octubre de 2009

lunes, 28 de septiembre de 2009

PRESENTACION DEL POEMARIO PAÍS DESNUDO DE GUSTAVO BRACAMONTE


Esta actividad estuvo bonita, aunque que dificil entender los poemas del Licenciado Bracamonete, empieza hablando de un país y después le da otro sentido porque ya no habla del país sino que del cuerpo de una mujer.

ACTIVIDAD MALACATES TREBOL SHOP

Este evento fue mal organizado, le dieron prioridad a estudiantes que no eran de la escuela de Ciencias de la Comunicación.

Cuando me presenté al Auditorium del Edificio T2, los jóvenes que estaban cuidando la puerta indicaron que ya estaba lleno y que ya no dejaban entrar; pero, cuando llegaron dos señoritas de inmediato les indicaron que entratraran porque eran hermanas de uno de los organizadores.

Se pudo observar que hubo preferencia.

domingo, 20 de septiembre de 2009

LA LITERATURA GUATEMALTECA TRAS LA INDEPENDENCIA: SIGLO XIX


Durante el siglo XIX comienza a desarrollarse la literatura guatemalteca independiente de la española, aunque siguieron recibiéndose importantes influencias europeas. Entre los escritores de esta época cabe mencionar a María Josefa García Granados y José Batres Montúfar (conocido simplemente como "Pepe Batres"), quienes escribieron conjuntamente el "Sermón para José María Castilla", una obra que resultó escandalosa para la época. El segundo es además autor del poema "Yo pienso en ti", uno de los más conocidos de la literatura guatemalteca.
En la segunda mitad del
siglo XIX triunfa el género novelesco, merced en especial a José Milla y Vidaurre, considerado como el "padre de la novela guatemalteca", que firmó algunas de sus obras con el seudónimo de "Salomé Jil", anagrama de su nombre. Entre sus obras destacan La hija del Adelantado (1866), Los Nazarenos (1867), El visitador (1867) y El libro sin nombre.
El
modernismo hispanoamericano, heredero del simbolismo y del parnasianismo franceses e impulsado por el nicaragüense Rubén Darío, también tuvo sus representantes en Guatemala. En el campo de la poesía, cabe mencionar a Domingo Estrada, Máximo Soto Hall o María Cruz. Enrique Gómez Carrillo, escritor polifacético, representa el modernismo en la prosa.
El Modernismo En esté género cabe destacar al Señor Enrique Gómez Carrillo (1873-1927), que sobresale como autor de 87 libros, es su mayoría crónicas de viaje.
También sobresale Rafael Arévalo Martínez (1884-1975) cuya obra es basada en la vida guatemalteca del siglo XX, mezclando lo fantátisco y lo real. Entre sus obras más famosas está: "El hombre que parecía un caballo".
ALLA LEJOSBuey que vi en mi niñez echando vaho un díabajo el nicaragüense sol de encendidos oros, en la hacienda fecunda, plena de la armonía del trópico; paloma de los bosques sonoros del viento, de las hachas, de pájaros y toros salvajes, yo os saludo, pues sois la vida mía.Pesado buey, tú evocas la dulce madrugadaque llamaba a la ordeña de la vaca lechera,cuando era mi existencia toda blanca y rosada;y tú, paloma arrulladora y montañera,significas en mi primavera pasadatodo lo que hay en la divina Primavera.

COMENTARIO: Como sabemos en el género del modernismo sobresale Rubén Darío, que para escribir sus poemas utilizó la prosa. En el poema Allá Lejos escribe sobre su niñez, que la primavera presente le recuerda la pasada y la naturaleza es su vida. En este poema nos invita a reflexionar por que debemos cuidar la naturaleza porque sin ella no podríamos vivir, ya que ella nos brinda todos los recursos para subsistir.

miércoles, 26 de agosto de 2009

No convertir el Parque Enrique Gomez Carrillo en mercado


Soy de la opinión que el Parque Enrique Gómez Carrillo, no debe ser utilizado para ubicar ventas como lo pretende el señor Alvaro Arzú, ya que es parte de la historia de nuestro país, si necesita ubicar a los vendedores informarles que ocupan gran parte de la 6ª avenida de la zona 1, debe buscarles un lugar adecuado y no convertir el parque Enrique Gómez Carrillo, conocido por muchos como “Parque Concordia”, en un mercado, ya que es uno de los pocos lugares que quedan en el país en donde muchas personas encuentran un momento de paz y tranquilidad para leer un libro o simplemente para compartir con la familia, no dañemos más el ambiente, no dejemos que el “señor” Alvaro Arzú siga modificando el centro histórico de la ciudad a su sabor y antojo.

Para muchos que no conocemos quien fue Enrique Gómez Carrillo, a continuación parte de su biografía la cual me pareció muy interesante:

Enrique nació, el 27 de febrero 1873, la familia alquilaba una vivienda ubicada en la 12 calle, entre 3a. y 4a. avenidas, frente a la cual se erguía, soberbio, el hotel Palace, uno de los más lujosos de la época. El biógrafo Juan Mendoza anota que doña Josefina Tible era descendiente de inmigrantes belgas y “poseía una buena cultura, superior, su belleza era escultural, con cierta levadura de tipo francés: el pelo rubio y los ojos azules”. Fue ella quien llevó a Enrique al internado del Instituto Central para Varones, en un intento por disciplinar a aquel muchacho, que ya había sido expulsado de tres colegios. Él mismo escribiría, tres décadas después, que las esperanzas parecían perdidas: “Si alguien me hubiera dicho entonces: tú has nacido para escribir, para pasar horas y horas sentado ante una mesa, para velar noches y noches
Don Agustín le preguntó un buen día qué iba a hacer con su vida, y Enrique le dijo que quería ser comerciante. Tenía unos 15 años cuando empezó a trabajar en el almacén La Sorpresa, propiedad de un andaluz, Ángel González. Allí, según Mendoza, Enrique se enamoró la primera de muchas veces. Ella era Eda Christensen, dama cuarentona, esposa de un diplomático, con quien nada pasó porque ella le echó en cara su condición de muchacho pobre. Quizá ese haya sido el acicate para que el cisne —literalmente— se echara a volar.
En 1889, Gómez Carrillo publicó una afilada crítica a José Milla, considerado un autor intocable hasta entonces, la cual le ganó reputación de escritor. Aquel mismo año dejó de ser tendero para pasar a ser el corrector de pruebas de imprenta del diario El Guatemalteco. De allí pasó a la redacción de La Opinión Nacional y más tarde a El Correo de la Tarde, fundado y dirigido por otro nicaragüense: el laureado Rubén Darío, amigo cercano del presidente Manuel Lisandro Barillas, a quien pidió una oportunidad para el joven Enrique.
Barillas, en 1889, le dio a Gómez Carrillo una beca para estudiar en Europa. Zarpó en febrero de 1891. Iba a Madrid, pero sería París la ciudad que hechizaría su corazón. Empezó a escribir crónicas y ensayos para varios periódicos. En 1892 publica su primer libro: Esquisses, que reúne algunas semblanzas de escritores famosos de la época y que fue muy bien recibido. A partir de ese momento, su fama no haría más que subir, y sus crónicas de viajes, de impresiones y entrevistas empezarían a multiplicarse, en ediciones y traducciones. A la fecha se han contabilizado unos 87 libros publicados, aunque algunos consideran que hay más. Sus viajes por el Viejo Mundo, con vívidas descripciones y emotivos pasajes, lo llevaron a ganar el sobrenombre de “Príncipe de los Cronistas”.
Enrique Gómez Carrillo, sólo volvió a Guatemala en dos ocasiones y por muy poco tiempo: 1895 y 1898. El presidente Estrada Cabrera lo nombró cónsul de Guatemala en París, lo cual generó una mala opinión de él, incluso después de la caída de dicho gobierno en 1920. “Sabía muy bien que en Hispanoamérica, con excepción quizá de Argentina, no despertaba las más cordiales simpatías. Lo dicen sus cartas, lo afirman sus partidarios y se lo repite su corazón a cada instante”, afirmó el escritor Amílcar Echeverría en un ensayo biográfico ganador en 1973 del Certamen Permanente 15 de septiembre, en el cual registra que el presidente argentino Hipólito Irigoyen nombró a Gómez cónsul de aquella nación en Niza, ciudad donde Enrique compró una casa frente al mar.

martes, 18 de agosto de 2009

La Literatura Moldeada por la Historia.

La Literatura fue moldeada por la historia por los acontecimientos políticos; pero, en la actualidad a las personas que les gusta escribir expresan sus sentimientos y lo hacen con relación a violencia, amor, desengaño, etc, ya no utilizan las normas para escribir literatura. La persona que escribe y tiene un libro para publicar y no quiere que su tema sufra censura, debe tener dinero para hacerlo.
Escribir es un acto social:
Solo escribir no es un acto social; pero, si se hace con el fin de impartir conocimientos, pienso que si es un acto social, en virtud que la persona que escribe debe de hacerlo siempre respetando las normas establecidas para tal fin.
La literatura guatemalteca va para Internet:
Estoy de acuerdo que la literatura guatemalteca va para Internet, porque en este espacio todo el que quiere publicar sus poemas lo puede hacer, porque es más económico; pero, al hacerlo se debe pensar en trasmitir mensajes positivos, en virtud que en la actualidad solo se tratan temas de violencia en todas sus formas (familiar, mujer, etc).
También se debe pensar que actualmente los niños tienen acceso al internet, por lo que se debe tener cuidado en los términos que se utilizan para escribir ya que ellos todo lo aprenden.
Para mi es difícil escribir sobre estos temas, porque se muy poco de ellos, en virtud que no tengo el hábito de la lectura.